Hasta pronto

No hagas que la distancia haga el olvido.

Vale lo intentaré, pero creo que jamas llegaré a acostumbrarme a una despedida.
Las despedidas son algo para mayores, pensé cuando era pequeña, y ahora me toca a mi ser mayor. 
 
Le dí vueltas y vueltas y créeme no encontré palabras para definir esa sensación.
Todavía mi experiencia sobre la vida, digamos que es corta, por lo cual hace que en parte me sienta afortunada por ver todo el camino que me queda aún por recorrer y eso me haga pensar; tranquila, es ley de vida, te acostumbraras.
Y mientras intento convencerme resuenan en mi cabeza aquellas palabras de personas que ya van adquiriendo soltura en la vida y que se atreven a decir; no te preocupes a mi al principio me pasaba igual, pero no pasa nada, no es para tanto.Y en definitiva hay momentos en la vida en los que no encuentras consuelo.
 
Vivimos en un mundo, rodeados de personas que cambian continuamente.
Somos caminantes que caminamos y cambiamos de compañeros de viaje. Y la verdad es que uno se da cuenta de los buenos que eran sus compañeros cuando ya los ha dejado atrás.

 
Con esto no quiero decir que caminar por esta vida sea un drama, al contrario, no hay nada mejor que caminar y cambiar de compañeros que nos enriquezcan más y más son su manera de ser, sus talentos, con sus cualidades...
Es más, gracias a las despedidas descubrí que no solo hay lágrimas de tristeza, sino lágrimas que expresan alegría, agradecimiento, lágrimas que te hacen dar cuenta que muchas veces no eres tu el guionista de tú guión, y que en definitiva te hacen valorar más el tiempo que te ponen en las manos, y que a veces se nos va como el agua entre las manos.
 
Cuando te despides de alguien te das cuenta de lo que hiciste, lo que podías haber hecho y lo que nunca harás. 
 En definitiva es dejar correr el telón,es ver un atardecer que deja paso a un amanecer de un nuevo día.


Pero sí,lo intentaré,intentaré acostumbrarme a que cada vez que me despida de alguien querido, que me haya dejado cargada de cariño, de recuerdos de buenos momentos... decir,hasta pronto y no adiós, porque la vida da muchas vueltas y podría ocurrir que las agujas del reloj cambiasen de sentido y se cambien los papeles, siendo yo la que tenga que decir hasta pronto.

Y sí,aunque nos empeñemos, se nos escaparan de las manos, se irán y la vida seguirá su curso y entonces podremos decir, lo ves es ley de vida, somos simples viajeros de un viaje.

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