PERSONAS DE CRITERIO, PERSONAS CREATIVAS.

PERSONAS DE CRITERIO, PERSONAS CREATIVAS.

                                            

Hace unos días llego a mi mano un articulo sobre creatividad. Lo leí, reflexioné y  escribir sobre ello, utilizando algunas ideas.

La escuela, la televisión, la radio, ir por la calle, cualquier dialogo que escuchemos no es indiferente para nosotros.

Digamos que vivimos en una sociedad donde todo depende de las circunstancias y donde todo se podría asemejar al péndulo de un reloj, ya que de unos años a otros, perfectamente, pasamos de un extremo a otro.

 Por lo cual que menos que interesarse por ver  que han hecho las generaciones anteriores, para aprender de ellas y poder entonces, criticar, dar opinión de esos hechos.

Para que la crítica sea útil se ha de saber lo que se ha pensado antes, para no presentar como novedoso lo que se ha dicho hace siglos. Y para ellos se ha dedicar cierto tiempo a reflexionar sobre el pensamiento de quienes nos han precedido en este mundo.

Lo más importante no es transmitir conocimientos, sino fomentar el espíritu crítico.

El espíritu crítico es tal, si se sabe lo que se dice. No se puede criticar la sociedad en la que vivimos sino se conoce.

En consecuencia, si una escuela no transmite conocimientos, mucho menos puede producir seres creativos, seres que fabriquen, que saquen sus propias conclusiones.

 Si  queremos pues hacer de los alumnos de las escuelas, de las personas que nos encontramos en la calle en el día a día, personas creativas, debemos fomentar en ellos el hábito de estudio y la capacidad de trabajo, no la espontaneidad.

La espontaneidad es algo de hermoso nombre, tiene a menudo más que ver con la mala educación y la falta de respeto que con la creatividad. Y lo que necesita la sociedad, es creatividad, soluciones originales pero eficaces, que no se evaporen, que no sean como el humo, que arraiguen en nuestro país y que nos traigan una visión nueva, que nos devuelvan una mirada de confianza, esperanza para mirar hacia el futuro con optimismo.

En cualquier caso, ni lo espontáneo es necesariamente bueno, ni lo creativo es espontáneo.

Solo quienes han dedicado muchas horas a pensar y pensar y a estudiar pueden ser personas críticas.

Pero como la crítica  ha de ser controlada por el conocimiento, el camino para convertirnos en seres críticos es el mismo que lleva a convertirlos en seres creativos: hacernos personas cultas.