Descuidos de niños.


Y siempre da la casualidad que la culpa la tiene el de al lado. Y puede ser. O tal vez, sin darnos cuenta, hallamos sido nosotros mismos, descuidando cosas, olvidando detalles, una pequeña cosa, luego otra y más tarde aquella otra, total, no pasa nada.
Y acabamos perdiendo eso que al principio habíamos cuidado como un tesoro.

Tengo un hermano pequeño y cada vez que llora, cada vez que pierde su juguete favorito, me da que pensar, aprendo de cada uno de sus enfados porque siempre, no se como se la ingenia, encuentra al culpable de sus tragedias, que si mama, que si papa, que si ha sido mi amigo, ahora tu, luego yo ....
Y si, es un niño, pero uno se hace mayor y se da cuenta de que los mayores somos como niños y simples escusas son las que enmascaran las lágrimas, los enfados, y nos cuesta reconocer que hemos sido nosotros lo no hemos querido querer de verdad.
Y solo quiero llegar a que si uno no quiere, ya puede sentir que todo el mundo le grita y se lo dice en sus cara, que si uno no pone de su parte, más de una vez dejará oportunidades, abandonas en el camino.
Querer es poder y hace más el que quiere, que el que puede.

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