Alas para volar
Algo raro esta pasando, porque no me gusta lo
que estoy viendo últimamente, o mejor dicho lo que no estoy viendo.
Se que
parece una tontería, pero la gente ya no hace el avión, si haces el avión es que estás soñando, es que estas
volando.
Todos lo hemos hecho en algún momento, niños, mayores… todos, pero
ahora más que nunca, es el momento. Alcemos nuestro brazos y salgamos volando.
Un anuncio de publicidad de una aerolíneas, es el que me hizo recordar que las tontería también tienen importancia.
Que no es lo mismo dejar de volar, que ir andando, que no es lo mismo parar, que seguir adelantando. Aunque nos resulte raro, aunque sean cosas de niños, o de mayores, todos debemos de seguir soñando con lo que empezamos a soñar.
Que no es lo mismo dejar de volar, que ir andando, que no es lo mismo parar, que seguir adelantando. Aunque nos resulte raro, aunque sean cosas de niños, o de mayores, todos debemos de seguir soñando con lo que empezamos a soñar.
En ocasiones nos podrá resulta obvio lo que hacemos, pero habrá momentos en los que nos preguntemos porque estamos haciendo eso y tal vez, no encontremos respuesta, no tengamos motivos para seguir haciendo lo de siempre, y entonces nos tocará ir contracorriente.
Lo de ir contracorriente no es solo para rebeldes que no siguen a masas, que buscan hacer las cosas como les da la gana, es para ti, para mi, para la gente normal, a la que también nos cuesta levantarnos y hacer lo de cada día con ilusión, con buena cara, poniendo esa sonrisa que parece que nos cuesta dinero darla. Para la gente que también tiene días malos pero que no se ahoga un vaso de agua, porque sabe que esos días malos sirven para hacernos fuertes y disfrutar mejor del mañana.
Te recuerdo que todos hemos sido niños, y todos nos hemos sabido disfrutar con cosas de niños, todos nos hemos quedado mirando admirados el cielo cuando pasaba un avión, todos hemos llorado cuando nos hemos caído, cuando nos han quitado un juguete, cosas grandes a los ojos de un niño pero tonterías para los ojos de los mayores. A veces jugamos a ser mayores demasiado rápido y cuando de verdad nos toca ser mayores, nos hemos cansando, hemos perdido la ilusión.
Se nos olvida que a quien tienen alas para volar, no se le perdona que no vuele alto.
Se nos olvida que a quien tienen alas para volar, no se le perdona que no vuele alto.
Tengo alas para volar, para que vuele mi imaginación, para que vuele mi alma, para que vuelen mis sueños... Para volar por encima de los días nublados, de las espinas de las rosas, de las caras botellas, de la gente gris. Vuelo hasta donde fluyen los colores, hasta lograr que la luna sea mi única compañía, hasta donde las malas compañías son las mejores.
Las opciones que nos quedan son abandonar, dejarnos llevar por la corriente o mirar con ojos nuevos. #reilusionarse como dice Luis Galindo, os animo a que echéis un ojo a su web.
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