Aterrizaje forzoso
Atención viajeros, acabamos de sufrir un aterrizaje forzoso,
disculpen las molestias. Esperemos que hayan disfrutado del viaje. Muchas
gracias por viajar con nosotros.
Esto de volver otra vez a lo de cada día, ha sido como un
aterrizaje forzoso. Pero he de decir que lo nuestro no es estar volando de avión
en avión, lo nuestro es estar en tierra firme, preparados para lo que nos tenga
que venir.
Han sido unos días, diferentes a los del resto del año,
hemos podido descansar, estar con la familia, cambiar de actividad, dejar tiempo
para nuestro hobbies… y cuando ya estábamos cogiendo el gusto a esto de las
vacaciones, dicen que mañana toca volver a #lodecadadía.
Decir volver a #lodecadadía suena mejor que rutina, por eso
este año la rutina tiene que desaparecer. Rutina es simplemente hacer eso, lo
de cada día, pero a veces nos empeñamos en pensar que, la rutina, es aburrido y nos
cansamos de ella.
El
hombre es un animal de costumbres pero no hay que olvidar que la costumbre mata
al hombre.
Todos nos quejamos
de la rutina y buscamos la forma de evadirla porque nos da la sensación de no
estar vivos.
¿Pero qué pasa si
intentamos cambiar la rutina?
No me refiero ha que busquemos hacer cosas nuevas, no tenemos que
buscar hacer aún más cosas, pero si hacer que esas cosas parezcan nuevas.
Como nos dijimos a nosotros mismo ese primer día del años,
año nuevo, cima nueva.
Ahora toca poner en práctica todo eso que nos hemos
propuesto para este nuevo año. Toca seguir construyendo y trabajando esos
proyecto que tenemos empezados y que aunque a veces creamos que pueden con
nosotros, NOSOTROS PODEMOS CON ELLOS.
Ahora ya no vale decir, mañana lo haré. Apunta, anota, ponte
metas pequeñas pero reales y no dejes pasar ni un día, sin haber echo algo por lo
que merezca la pena vivir.
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