Mi personaje favorito.

Ya la conocéis, os he hablado de ella en alguna ocasión y tengo que decir que es mi personaje favorito. 
Hoy es su cumpleaños, y aunque lo de cumplir años se nos hace a todos cuesta arriba, a ella lo de cumplir años le sienta cada vez mejor.

Se llama María del Carmen, es administrativa del hospital Reina Sofía de Córdoba, pero no se conforma con hacer su trabajo. Desde la mesa de su ordenador llega a más gente que cualquier empresario que vaya corriendo de un sitio para otro y solo, con hacer su trabajo bien y con una sonrisa.

Hace unos años se graduó como Educadora Social y desde entonces parece que la sociedad va mejor.

Y antes de todo esto, es madre de familia, es mi mama.

Los hijos siempre nos engañamos pensando que nuestra madre es la más hermosa. Quizás aceptamos que sus ojos no son los más bonitos, pero sí que lo es su mirada.

Y aunque envejece, siempre será joven. Por eso, una madre es más bella, cuando tiene muchos hijos, porque son mucha las miradas que la embellecen.

Tal vez estemos de acuerdo en que hay cosas propias de una madre, la comida de mama, el adivinar las cosas con solo mirarnos, el olor de una madre, los detalles de madre, y que en cierto modo, todas las madres parecen iguales pero tienen algo especial que hacen que sean únicas.

Cuando somos pequeños, somos como marionetas que se dejan mover por los hilos que van moviendo sus padres. Vamos creciendo y nos empeñamos en mover nuestros propios hilos. Entonces parece que empezamos a andar solos, pero nos caemos, nos levantamos, andamos, nos volvemos a caer, en definitiva vamos aprendiendo de la vida. Pero no podemos olvidar que detrás siempre está esa madre que  con cariño más de una vez, nos ha dicho;

-Ves, hijo/a te lo dije.

Palabras que a nuestro orgullo no sientan bien, pero que las necesitamos oír para sentir que nos quieren.

Luego crecemos, salimos de casa y entonces se empiezan a desempolvar de nuestra memoria los recuerdos, los consejos, los detalles y todo lo que ya sabemos, y  que nunca llegamos a valorar hasta que dejamos de tenerlo.

A los padres y a las madres, no hay que poner un día fijo en el calendario para festejar que son madres y padres, porque lo son los 365 del año, y aquí si que no hay vacaciones, ni límites de horarios, padres las 24 horas. Pero rápido nos olvidamos de esto, y más rápido aún, marcamos límites a cosas que no las tienen, el querer reservarnos un poco de tiempo, para mí, para mis cosas, mis gustos. En cierto sentido rompemos con una unidad no visible a los ojos humanos, pero necesaria.

Mi padre dice que se enamoro de ella por su sencillez. Y me parece que acertó, porque aunque las calles se vistan de adornos, de cosas despampanantes, aunque busquemos lo más original y creativo, aunque todo eso nos llame la atención, al final lo sencillo es lo que conquista.

Podría seguir escribiendo más cosas sobre ella, pero lo dejo para otro momento, esto esta hecho para escribir cosas grandes en pequeñas dosis.
Otro año más gracias desde este pequeño rincón desde el que me apoyas tanto. 
Muchísimas felicidades mama.

  

M  I     M A M A     M E     M I M A

 La familia, es otro articulo que escribí ella.