Mensajerías instantáneas.¿Donde esta el límite?
El servicio de mensajería instantánea WhatsApp ha registrado fallos de conexión …. Se
notificaran los incovenientes.
Estas o parecidas fueron las palabras
que hace unos días leímos en las redes sociales. Y acostumbrados a estar las 24
horas del día pendientes de la entrada de mensajes en nuestro móvil, se convirtieron, para algunos, en largas horas de espera a que todo
volviera a la normalidad.
Era divertido ver la cantidad de retweets
que iban haciendo los distintos tuiteros a lo largo de la tarde. Eran
reflexiones en alto, que acompañados de ironía dejaban paso a la afirmación de
que, es en estos momentos cuando uno se da cuenta de que nos hemos hecho dependientes
de un simple programa informático.
Nos hemos acostumbrado a encontrarnos
con personas hiperconectadas a sus móviles, con los ojos fijos en sus pantallas,
que sin quererlo pierden la capacidad de ser persona porque alguien al otro
lado de la línea simplemente le esta diciendo algo, sin importancia acompañado
de algún emoticono.
Estos sistemas de mensajería, se han
usado en empresas, para favorecer la comunicación entre los empleados, para
agilizar trabajos que antes requerían llamadas de teléfono constantes y que
ahora se solucionan con un solo mensaje.
Pero como todo, si perdemos de vista, el
objetivo de porque se empiezaron a usar las cosas, del porque de ciertas de
iniciativas, al final acabamos haciendo mal uso de ellas.
En este caso, estos son algunos de los
ejemplos que habitualmente hacemos muchos de nosotros, porque nos hemos
acostumbrado, y ya lo vemos normal, haciendo que nuestro trabajo pierda
calidad;
-Interrupción de nuestro proceso de
trabajo y por tanto de pensamiento, al estar pendiente del móvil y de este tipo
de mensajerías.
-Como consecuencia empezamos a retrasar
tareas porque contestar esos mensajes, y
a esas cosas que siempre pueden esperar, les damos una prioridad, las tratamos
como cosas urgentes.
-Los espacios virtuales, crean unas
distancias, unas falsas cercanías. Y usamos un lenguaje en línea distinto al
que usamos cuando nos encontramos con la persona cara a cara. Problema
llamativo de nuestra sociedad, la creación de falsas personalidad.
No consiste solo en ver la parte
negativa, sino en no olvidar que todas las aplicaciones, que están dentro de la
web 2.0, del mundo Internet, de esta sociedad de la tecnología, se empezaron
para beneficio del hombre, para ir en progreso, para buscar un mejor
desarrollo. No para que nos pongamos al servicio de las máquinas, olvidándonos
de que si tenemos inteligencia es para usarla, y no sentirnos fuera de juego
cuando no dispongamos de un ordenador a nuestro alcance, o no tengamos conexión
a Internet.
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