La mariposa y el reto de volar.
Como cada mañana salió a regar su jardín. Esta vez, el rocío cubría todas las hojas y los rayos de sol traspasaban las pequeñas gotas de agua que iban formando miles de arco iris. Tras observar todo el jardín con detenimiento, fijo su mirada en una planta la cual tenía entre sus hojas algunos capullos, de los cuales saldrían mariposas. Observó con detenimiento. Dentro de un capullo se estaba librando una auténtica batalla, una batalla donde una simple mariposa buscaba salir y emprender el vuelo hacia un mundo totalmente desconocido. Tras la espera impaciente, el jardinero, decidió coger unas tijeras y abrir ese capullo para que la mariposa saliera rápidamente y acabará esa pequeña angustia que el jardinero creía presenciar. La mariposa salió fácilmente pero su cuerpo estaba atrofiado. En realidad… nada había ocurrido, pero esa mariposa, no pudo aprender a volar porque no estaba del todo preparada.