La ilusión de un pequeño proyecto.
Para los que tienen una ilusión y piensan que la han
perdido.
Todos tenemos la capacidad de ilusionarnos, todos nos
ilusiones con cosas grandes o pequeñas, con cosas difíciles pero posibles, con
metas altas o tal vez pequeñas, pero en definitiva todos nos ilusionamos.
La ilusión es una especie de semilla que necesita
cuidados, necesita regarse, necesita luz y sobretodo necesita tener buen
ambiente, un ambiente que sea favorable y que le ayude a creer. Pero ahora no
pretendo enseñaros que es la ilusión, o como se cultiva, ya nos ocuparemos en
otro momento.
Por ahora, solo necesito convencerte de que si tienes un
proyecto entre manos, de que si has empezado a construir algo grande o pequeño
y crees que no vale la pena, aguanta, todo llega.
Vivimos en una sociedad donde ponemos precio a todo, donde
valoramos las cosas por la cantidad de beneficios inmediatos que obtenemos,
donde las cosas valen poco si no se compran con dinero, donde hacemos las cosas
buscando algo a cambio.
Y esto me lleva a preguntarme ¿habremos perdido la
capacidad de esperar? ¿Habremos perdido el sentido común y el verdadero sentido
de las cosas?
Podríamos asemejar la ilusión a una luz que nos deslumbra,
pero que no por deslumbrarnos acaba apagándose. Es ese deslumbramiento el que
nos ilumina y nos ayuda a ver el camino que tenemos que emprender, sin embargo somos
nosotros los que tapamos esa pequeña luz mediante excusas, impacientes esperas…
Hace un año decidí emprender una aventura, la de esta
bitácora. No esperaba grandes logros, pero la ilusión por escribir este guión
me hizo y me hace aspirar alto.
Contagiada por la búsqueda de lo inmediato de nuestros
días, os tengo que confesar que más de una vez perdí la paciencia, ahogue la
inspiración con prisas y ruido innecesarios.
Es fácil empezar, es fácil ilusionarse, pero todos en
algún momento nos llenamos de dudas;
¿Le interesará a alguien esto?,¿Lo estaré haciendo bien?
Baah lo dejo, esto se ha pasado de moda, otros lo hacen
mejor, la gente se ocupa de cosas más importantes, no tengo tiempo…
Comentarios, preguntas que sin querer empequeñecen nuestros
proyectos y que pueden estar en lo cierto, pero, seguro que sirven de
inspiración para alguien. El valor de las palabras es inimaginable, estas valen
mucho más de lo que creemos y nunca llegaremos a saber el alcance de cada una
de ellas.
Tal vez no tengamos grandes proyecto, pero todos los
grandes proyecto comenzaron siendo pequeños.
Empezar siempre cuesta, pero si nos encargamos de sacar
brillo a la ilusión todo es más fácil.
Otro de los peligro que debemos esquivar, es el de pensar
que estamos solos en la construcción de dicho proyecto. Nadie esta solo, a no
ser que se lo proponga, las personas que nos rodean no son simples espectadores,
son personajes de nuestro guión y gracias a ellos nuestros proyectos van
tomando forma, van creciendo, se van modelando no solo con la ilusión del
artistas, si no con la ilusión de todos y cada uno de los que sin dedicarles
mucho tiempo forman parte de él.
Gracias a cada uno de los que me hacen volver a empezar
cada día.
Primer ejemplar de Exploradora de mi propio cuento. Fue Isabel, una italiana con sangre andaluza la que a finales de este curso me entregó este recopilatorio con muchos de los artículos, recetas... del blogs.
Lo mejor, es la dedicatoria que contiene en la primera página, son de esos tipos de palabras que tienen un alcance impensable.
Y sobre esto, ya no tengo palabras de agradecimiento. Por la mañana temprano antes de empezar a trabajar me entregaron un paquete, traído desde Asturias. Ya antes de abrirlo me advirtieron que estaba lleno de ilusión y así fue.
La primera camiseta de Exploradora de mi propio cuento y un bolso de trapillo elaborado con manos de una artista asturiana.
Gracias por esos detalles que hacen todo mucho más fácil.
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