Los pueblos y sus tradiciones. Aracena fiesta de San Blas.
Después de tantas idas y venidas, consigo aterrizar. Los
exámenes, el comienzo de las clases, el trabajo, el incorporarnos a la rutina después
de las navidades no es tarea fácil.
Febrero, siempre ha sido un mes con encanto, un mes donde
el frío deja huella pero no molesta porque trae consigo un ambiente diferente,
también podemos definirlo como el mes de los enamorados, aunque para los que
saben amar, todos los días son especiales.
Después de todo esto, para los que sigáis de exámenes, ánimo
y mucha suerte, y para los que sigáis enganchados a la rueda de #lodecadadía,
simplemente os enlazo con algunos de los artículos que pueden dejarnos un buen
sabor de boca.
Por lo demás, simplemente contaros que ahora me encuentro
en Aracena, un pueblo de la sierra de Huelva, que menos que aprovechar la
tranquilidad de esos pueblos, los cuales no tienen nada de desperdicio.
Hoy se celebra aquí San Blas, fiesta que no pasa de largo
para ninguno de sus habitantes. San Blas Obispo y Mártir es el patrón de
Aracena, se lo considera patrono de los enfermos de garganta, y de los
otorrinolaringólogos, por lo cual ante nuestra curiosidad por ver las
tradiciones del pueblo nos adentramos en el centro del pueblo y acudimos a ver
la procesión.
Una procesión que comenzó con el replique de las campanas
a las doce del mediodía más o menos. Digo lo de más o menos, porque el tiempo hizo dudar al capataz y a los
costaleros que sacaban el paso, ya que había mucha probabilidad de lluvia. La
banda ha acompañado con muy buen ritmo a San Blas, el cual recorrió las calles
de Aracena.
Aracena es un pueblo que además de destacar por sus
productos ibéricos, destaca también por la buena repostería y dulces que
elaboran, por lo que en el día de hoy tenían que lucirse con algunos de sus
productos, y así ha sido, dentro de la parroquia han repartido las clásicas
rosquillas de pan, conocidas por todo los habitantes, a las cuales no pudimos
decir que no.
Espero poderos contaros más cosas de Aracena y de los
pueblos de alrededor, los cuales no tienen desperdicio.
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