Cuando se cae el primer diente. Y tú, ¿lo recuerdas? #ratoncitoPeréz #ilusionesdeniños

Hace unos días empezó a notar que algo se movía pero no podía ni imaginar que se le fuese a caer su primer diente.
Peréz ya intuía que esa noche tenía un nuevo destino.


Después de jugar toda la tarde corrió a prisa a merendar y allí, en el primer bocado que dio a su merienda, fue donde notó como se caía.
No sabía muy bien que hacer, estaba asustado y nervioso porque era la primera vez. Después de observar el diente atentamente corrió para enseñarlo a su mama.
Tras enjugarse la boca y limpiar el diente que guardaba en su mano como un tesoro, su madre le dio la noticia de que Pérez vendría esa noche. Ella estaba algo disgustada porque no le agradaban los ratones, pero a la vez contenta porque este era especial.

Jose a menudo solo pensaba en jugar y jugar al fútbol pero esa tarde no podía evitar mirarse una y otra vez en el espejo para observar el pequeño hueco que había dejado la dejado de su primer diente.
Recién duchado y listo para cenar, inquieto le preguntó a su hermana que le podría poner al ratón para darle la bienvenida y le dejara algo a cambio del diente, queso, pan, gominolas, agua…
Su hermana le contó todo lo que sabía sobre Peréz y todos los dientes que había dejado debajo de la almohada. Al final decieron ponerle algo de queso y una breve nota donde ponía;

Hola ratoncito Pérez me llamo Josemaría.

Esa noche se acostó antes que de costumbre, aunque seguía pensando por donde y desde donde vendría Pérez.
A la mañana siguiente el hueco que encontró entre sus dientes le recordó que estaba esperando una respuesta.
Miró debajo de su almohada y no encontró nada. Todavía con las sábanas reliadas asomó la cabeza debajo de la cama y allí estaba, una pequeña cajita con una pequeña inscripción:

Para los pequeños que se hacen mayores.
Pérez.

Son muchos los hechos que nos van haciendo más evidente que hay un momento en el dejamos de ser niños, y tú ¿recuerdas cuando se te cayeron los primeros dientes?
Hay momentos que deben cuidarse para que nada ni nadie les quite la ilusión que se merecen. Y no, no son solo cosas de niños, los mayores también tenemos derecho a ilusionarnos y a dejarnos sorprender por todos eso pequeños momentos que tienen valor por muchos motivos.

Disfruta de la semana y busca momentos que merezcan la pena ser vividos!


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