Cómo cumplir años y cómo soplar las velas. #cumpleaños #velas #happy
De todas las tareas que tenemos entre manos la de cumplir años es la más importante.
Hay días
normales, días importantes, días malos, días buenos, días intensos, días raros,
días grises, días alegres, días bonitos, días para todos los gustos por lo que
sobra la expresión de “todos los días son iguales”.
El día de nuestro
cumpleaños es un día señalado en el calendario.
Cuando somos pequeños los días próximos a nuestro día pasan lentos, hasta que esa tarde la casa se llenaba de pequeños renacuajos que merodeaban de un lado a otro de la casa corriendo sin parar en busca de gominolas y gusanitos.
Cuando somos pequeños los días próximos a nuestro día pasan lentos, hasta que esa tarde la casa se llenaba de pequeños renacuajos que merodeaban de un lado a otro de la casa corriendo sin parar en busca de gominolas y gusanitos.
De todos los
momentos, el mejor era el de la tarta y los regalos. Mama encendía las velas y
mientras todos cantaban intentabas coger aire, mucho aire para soplar esas
velas que de vez en cuando se resistían a apagarse.
Los años pasan pero la ilusión por cumplir años no desaparece, simplemente se esconde
para dejar sitio a otras ilusiones que van llenando nuestros días, a personas
que merecen nuestra atención y a ocupaciones en las que quizás, volcamos toda
nuestras fuerzas.
Pero alguien me
dijo que la ilusión al igual que el corazón se dilata mucho, muchísimo. Lo único que necesita es la dedicación y el trato adecuado para que poco a poco
vaya creciendo.
La ilusión por
cumplir años no se suele venden con el paquete de las velas, por eso creemos
que estar ilusionados es solo cosa de niños.
Tener ilusión por
cumplir años es llegar un año más a la meta, es estar orgulloso y contento de
haber conquistado nuestros pequeños sueños, metas o ambiciones que para los
demás parecen insignificantes pero para nosotros lo son todo.
Pero y entonces, ¿Cómo soplar las velas de la manera más perfecta?
Como todos
sabemos los años pasan y pesan pero no podemos evitarlo, así que ¿por qué no
aprovecharlos para disfrutar al menos del día de nuestro cumpleaños?
Para soplar las
velas necesitamos:
-Velas: Tantas velas como años. No te escondas,
asumir los años está dentro de la condición de ser una persona madura. Eso sí,
haz que tus años, tus días merezcan la pena, llénalos de vida, de hechos, de
historias que merezcan la pena ser contados.
-Cerilla, mechero: Para encender las velas
necesitamos fuego. ¿Cuál es nuestro fuego? ¿Qué es eso que llena nuestra vida?
¿Qué es lo que mi vida hace que valga la pena?
Búscalo, cuídalo
y entonces tus días valdrán la pena.
-Aire: aire para soplar las velas. El aire, es
la ilusión, no dejes que los años, el ajetreo de cada día, el peso de las
responsabilidades que todos tenemos apague las velas o te deje sin aire. Busca
la manera de descansar, airearte, coger nuevas ideas.
En definitiva, coger aire es entrenarse, ejercitarse para que encontrar equilibrio interior y exterior.
En definitiva, coger aire es entrenarse, ejercitarse para que encontrar equilibrio interior y exterior.
En cuanto a la
tarta… eras tú, cada uno somos una tarta única e irrepetible y recuerda nacimos preparados.
Me gustan las
fiestas de cumpleaños no por los regalos sino porque cada vez que alguien sopla
las velas demuestra que tiene ganas de volver a ilusionarse como cuando era un
niño, ganas de seguir creciendo, ganas de transmitir lo que sabe y enseñar lo que aprendió y ganas simplemente, de disfrutar de todo lo que ha ido construyendo con el
paso de los años, la familia, los amigos, su propio hogar, el trabajo.
Mañana nos toca
volver a soplar las velas. Desde pequeña he soplado las velas con su ayuda ya
que me empeñé en nacer el mismo día que él.
Eso es jugar con
ventaja ya que para soplar las velas se necesita coger aire, aire que es esa
ilusión que nos acompaña cada día, para sacar lo mejor de cada uno.
Aunque le intente demostrar lo agradecida por tener un padre como él, también tengo que agradecerle su ayuda para soplar las velas desde que nací. Eso ha hecho que la ilusión se multiplique y
que recorrer el camino de los días sea menos pesado ya que siempre va por
delante abriendo paso con su ejemplo.
Gracias por ser
un buen compañero de cumpleaños, no solo me ayudas a soplar las velas, además me dejas elegir el trozo de tarta que más gusta.
Precioso relato del cumpleaños de una persona maravillosa para todos.
ResponderEliminarMuuuu bonito Esterrrrr felicidades otra vezzzz y a tu padre también muac
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