Llena de contenido la dignidad humana. #refugiados #Siria #dignidad
Desde
que los problemas se agravaron en los países vecinos, el más sonado
Siria, las alertas se dispararon y los motivos por ser solidarios se
pusieron en boca de muchos.
Digamos
que es un tema que da de que hablar ya que … en fin, ¿quién no
opina de cualquier tema en la sociedad de nuestro días?. Con
argumentos o sin ellos, no son pocas las veces que sentenciamos con
rotundas frases cantidad de problemas que ni siquiera corren de
nuestra mano, pero al menos nos queda eso, libertad para expresarnos
como nos de la gana.
El
siguiente artículo fue enviado a la revista Mundo Cristiano, el cual
ha sido escogido como carta del mes, para mí un honor y a la vez un llamamiento para hacernos recordar que a todos nos compete la tarea de
ir a la raíces de los aparentes conflictos y recuperar muchos
conceptos que pueden quedar vacíos, como el de la dignidad humana.
Llenar
de contenido la dignidad humana.
Son
muchos los problemas que asaltan a nuestro país y a los países
vecinos, señal cierta de que estamos vivos y vivimos haciendo uso de
la libertad. Las distancias pueden hacernos creer que esos problemas
disminuyen o se atenúan, pero lo que no podemos olvidar es que no
dejan de existir.
En
cierto sentido hasta que no nos tocan de manera directa no somos
conscientes de lo que significan las crisis, los conflictos internos
y externos de un país. Y puede ocurrir que así año tras años, la
historia quiera repetirse. Pero ahora podemos decir que la masa está
fermentando tanto que ya están llegando a nuestras calles.
Hablamos
de los millares y millares de personas que están abandonando su país
en busca de unas mejores condiciones. Movimientos migratorios que
también afectan a nuestra manera de expresarnos, y quizás sea por
eso momento de llenar de contenido muchas palabras que parecían ser
conocidas pero que estaban vacías. Es momento de llenar de contenido
palabras como inmigrantes, acoger, fronteras, humanidad, ayuda y
tantas otras palabras que son parte de nuestro día a día.
No
podemos olvidar que generaciones no muy lejanas a la nuestra,
emigraron en busca de trabajo y de unas mejores condiciones de vida.
La persona inmigrante venga o no con las manos vacías llevan sobre
sus espaldas, la cultura , la tradición y costumbres de su país.
Hecho que les hace sentirse reconocido como persona y acogidas por la
tierra de donde proviene.
Ahora
es nuestro momento, es el momento de acoger y reconocer a todas esas
personas que están en las fronteras y que esperan ser reconocidas
solo por el hecho de ser persona. La dignidad humana es el mayor
reconocimiento que se le puede otorgar a cada una de esas persona.
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