Mirar a las nubes no es cosa de niños. #imaginación #nubes #cielo #crear #divertirse

¿Y que más?

Mirar al cielo, ver las nubes. Hay días que parecen llevar prisa y otros que ni aparecen. Hay días que se ponen tan negras que asustan y entonces soplamos esperando que se vayan hacia el norte o hacia el sur. Otros días buscamos algún lugar cómodo para tumbarnos y con la imaginación darle la forma que más nos guste.

De pequeña las nubes eran dragones grandes o brujas montadas en sus escobas, o pequeños caballos saltando de nube a nube, y ahora?

Ahora las miro pensando si lloverá o no, y créeme, a veces me aburro.

El aburriendo es peligroso, cuando los niños dicen me aburro, peligro... no sabemos que será lo siguiente.

Pero que pasa cuando los adultos decimos me aburro?

No es que hayamos dejado de mirar la forma de las nubes es que hemos perdido parte del sentido de la vida y por que?

Aburrirse es algo parecido a perder algo de visión, lo único que... creo que las gafas que corrigen este tipo de desgaste en los ojos no se compran en cualquier sitio.

Un autor escribió que el aburrimiento es no saber mirar, y saber mirar es tan importante como hablar, ver, oír, o más importante aún. Cuando uno deja de mirar la vida con la mirada correcta, con buenos ojos, se aburre, porque no sabe ir al fondo de las cosas y el sentido de las cosas no se encuentra en la superficie.

Y para llegar al fondo hace falta tiempo, paciencia y madurez.

Los niños se aburren porque no saben esperar, no son conscientes de que hay cosas que llevan tiempo y que la espera es la mejor recompensa, es decir, no son maduros, todavía.

Por eso me sigo preguntando que quizás debamos volver a mirar las nubes con otros ojos, con otro sentido, un par de minutos, a lo mejor nos pueden sacar de la atmósfera de la realidad, de esta que tanto corre, que nos gusta, sí, pero a veces nos hace tener los pies muy en tierra firme y en algunos momentos es necesario echar la imaginación a volar.

Venga nos espera un buen día.