¿Envejecer o hacerse viejos? . #quemequitenlobailao #edad #sabiduria #abuelos

¿Hay diferencia entre envejecer y hacerse viejo?, o mejor dicho, es posible llegar a ser mayor sin entender la expresión “que me quiten lo bailado”.

Joven, ochenta y cuatros años, pelo blanco y andares elegantes, a pesar de que sus rodillas se quejan de vez en cuando, y no precisamente por cansancio sino porque han vivido demasiadas aventuras.
Será que llevamos los mismos genes, o quizás sea que llevamos el mismo apellido lo que me hace creer que algo nos parecemos a él.


Haber vivido una guerra no solo deja cicatrices, y el haber nacido en un pueblo tampoco es motivo para no haber conocido mundo. Es de un pueblo pequeño pero con profundas raíces, como la de los olivos que recorren sus campos.

A simple vista se de dedica a pasear, pero quizás tenga entre manos grandes gestiones, más incluso que cualquier empresario. Hablar con la gente, descubrir nuevos rincones de la ciudad, visitar a la familia y lo que más le gusta, escuchar la copla.

No es fácil sentirse joven, llevar el pelo canoso y tener que hacerse a la idea de que después de tantos años trabajando duramente para sacar a su familia adelante, ahora les toca parar o mejor dicho, intentar hacer lo de siempre pero sin prisas.

Me gustaría saber qué pasará cuando seamos mayores, aunque al final uno es lo que ha cosechado durante su vida, pero quién sabe...

La vida cambia en cuestión de segundos y quién no quiere disfrutar y vivir la vida?
Pasito corto, mano en la cintura y dejarse llevar.

Ahora sabemos de muchas cosas pero sobre la elegancia...en poco libros se encuentra.

Cuando aprendemos a escribir, tenemos que dejar que nos muevan el lápiz, para guiarnos y hacer los trazos adecuados, para bailar pasa lo mismo, y esa noche lo comprobé.

Hicimos de unos pocos metros un gran escenario, de la música el único sonido y del tiempo un ladrón, ya que por unos minutos, el abuelo consiguió hacernos bailar como en aquellos años donde bailaba con su mujer, para quien solo tiene ojos.

Entendí en ese momento que lo de ser mayor no es cuestión de saber bailar o no, pero si de hacer del momento pasado y presente una misma realidad. Pueden ser de otra época, haber perdido agilidad, pero no pueden privarlos de seguir siendo jóvenes.

Mientras intentaba seguir el ritmo de sus pies, aprendí más que un simple paso doble. Entendí que cumplir años, no es coleccionar canciones antiguas o recuerdos imborrables, tampoco es decir “ que me quiten lo bailao” con cierto tono de irresponsabilidad. Hacerse mayor es coleccionar canas llenas de sabiduría y conquistas llenas de esfuerzo y luchas que al final hacen que la vida merezca la pena.

Ellos mejor que nadie saben que la paciencia y el tiempo todo lo alcanza, que la familia es la base de todo y que nunca pasa nada, al final todo tiene solución.

Quería dedicar este pequeños post a todas esas personas que siguen siendo jóvenes a pesar de que van sumando años, pero a los que no les importa la cifra pero sí el seguir luchando por tener ilusiones.


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