Esperar. Puedes llegar lejos. #paciencia #esperar #llegarlejos

Le tocaba salir del vagón. Llevaba el tiempo justo y precisamente no era el día mas adecuado para mojarse los pies. Quedaban pocos metros para que el tren se detuviese, y la gente se agolpaba en la puerta con ansias de salir. Mientras intentaba colocar las cosas de la mejor manera, no dejaba de pensar en que dentro de unas horas llegaría ese momento al que tantas horas había dedicado.
Los nervios se camuflaban con el olor a colonia, y el humo del cigarro disimulaba las prisas por llegar.

Con buen ritmo fue avanzando por esa calle que había recorrido tantas veces. Tras mirar a un lado y a otro de la calle, cruzó las vías del tranvía que atravesaban la cuidad. Tras varios minutos andando llegó al edificio central de la facultad de ciencias. Aceleró el ritmo y cuando estaba delante de la puerta se detuvo en seco.
Algo le hacía pensar que no iba del todo preparado, que no tenía fuerzas para hacerlo, pero a la vez las ganas de poner fin a ese capitulo le empujaban a cruzar la puerta.
¿Y si todo el esfuerzo no había servido para nada?, ¿Y si después de poner toda la ilusión, nadie apostaba por él?
Una lluvia de preguntas atravesó el paraguas. Una lluvia ácida, oscura, negativa, una lluvia que solo desapareció cuando sacudió la cabeza para vaciar la imaginación.
Cerró el paraguas con decisión y empujó la puerta. Se dirigió al aula, respiró profundamente y entró.

Esperar, ser paciente, vivir con un nuevo personaje, la incertidumbre.
Me gusta hablar de esperar, de incertidumbre, pero llena de esperanza, es decir llena de optimismo. No hablo de esperar a ciegas, sino de esperar, de tener el convencimiento de que lo mejor esta por llegar.

Los pequeños relatos suelen ayudar a representar actitudes, aspectos que en el día a día van apareciendo. Las personas con las que convivimos son las protagonistas de cada uno de los relatos, de los libros que leemos, y de las historias que narramos.

Me gustaría destacar una destacar una palabra, ESPERA. Invertimos mucho tiempo en proyectos, en fijar la mirada en modelos de vida, en grandes ideales, en decisiones que luego no son lo que esperábamos...
Invertimos tiempo para conseguir metas, y en el camino hacia la meta hay momentos en los que nos toca esperar. No son momentos o tiempos perdidos, simplemente son paradas donde tenemos que aprovechar para coger carrerilla, y nuevas fuerzas para emprender de nuevo el camino.
Los momentos de espera, no son oportunidades para tirar la toalla, sino para cogerla de nuevo.
Emprender un camino es fácil, conquistarlo no. Montarse en el tren un día no supone esfuerzo, esperarlo un día y otro supone tener confianza, paciencia para dar sentido a esa espera, para dar sentido a porque hacemos las cosas.
Quizás te encuentren ahora mismo esperando no se sabe muy bien que, una respuesta, un cambio de actitud, la nota de un examen, o un cambio de vida.

Quien no sabe esperar no consigue nada. Para saber esperar hay que saber QUE QUIERE.
Corremos el riesgo de hacer, correr, llenarnos de la rutina que en el fondo nos deja vacíos, cansados.
Y el peligro que esto trae consigo es que nos olvidemos de que hemos nacido para algo grande, para dejar huella.
Dejar huella no significa acaparar la atención de las redes sociales o tener muchos me gusta, dejar huella es tener una personalidad que sepa empatizar con todos, en todas las circunstancias.
Detecto a esas personas que se conforman y dicen, soy así y esa es mi forma de ser. Como bien dicen por ahí, morimos como vivimos.

Esperar implica aprovechar la espera para hacernos mejores. ¿De que te sirve esperar con los brazos cruzados?
Sacar partido a las paradas. Esto no quiere decir que estemos las 24 horas del día sin parar haciendo cosas.
Esperar sin dejar la mente en blanco, esperar pero no dejar de hacernos preguntas, para no acabar siendo conformistas con nosotros mismos y con la realidad que nos rodea.

Esperar nos hace personas maduras, porque esta trae de la mano otras muchas cualidades de la persona madura, como la paciencia, la serenidad, el optimismo.

En definitiva todos esperamos a alguien o algo todos los días. Esperar formar parte de la vida, desesperarse solo forma parte de los cobardes que no son capaces de aguantar para llegar al final.


Puedes, no hace falta que te convenzas, nacimos para cosas grandes.

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