La famosa cena de Navidad. #Navidad #cena #disfrutar #protagonistas #dar
El
pasado viernes dedique la tarde ha repartir comida a familias
necesitadas de Sevilla, necesitadas de verdad.
Nos
supuso tiempo, lo demás creo que no se puede medir al compararlo con
la gratitud que pudimos ver en las caras de las familias al
entregarles la comida.
Necesidad.
Todos necesitamos cosas, dinero, ropa, tiempo... necesitar es bueno,
crearse necesidad no.
Leche,
galletas, arroz, al llegar a las casas podíamos ver pocos muebles,
algo de desorden, poca luz y por supuesto escasa calefacción.
Separándome de ese examen visual, he de decir que había algo que no
se compra con dinero, la gratitud, la educación, el agradecimiento.
No
me sorprendió ver que la pobreza iba de la mano del agradecimiento,
pero sí ver como la persona no necesita tener mucho.
En
estas fechas se me va la cabeza a la famosa cena de navidad, que casi
todos por suerte, podemos celebrar con nuestras familias. La mesas se
llenan de comida, luces, calor; tenemos motivos para celebrar,
aunque algunos intente dejar los verdaderos motivos detrás del árbol
de Navidad.
Nos
gustan estas fechas porque estamos en familia, pero he de reconocer
que durante esas comidas aparecen sabores algo amargos, agridulces,
no por las cosas que haya en la mesa, sino por comentarios, quejas o
incluso discusiones que ponemos sobre esta.
A
veces no somos los culpables, nuestras familias son así. Pero es un
privilegio de esos que llaman invisibles el de saber ser agradecidos,
el de saber correr un pequeña cortina sobre los problemas
cotidianos, las quejas, para dejar paso a esa alegría propia de la
Navidad. Alegría y contento que viene cuando pasamos a ser pobres,
no pobres materialmente, pero sí pobres de mí YO, de mis
preocupaciones, caprichos... para llenarnos de las cosas de los
demás, de sus cosas, de sus alegrías.
Volviendo
a esas familias con menos medios, he de decir que me gustaría
sentarme a la mesa con ellas, saben valorar los pequeños gestos, las
pequeñas cosas. Me gustaría sentarme con ellas para entablar un diálogo donde posiblemente no entre la exigencia, o el querer llamar
la atención.
Todavía
no ha llegado la cena de Navidad, aún estas a tiempo de pensarte
como vas a ir, de pensar que sí que puede ser una noche especial,
donde todos sean los protagonistas.
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