Una simple taza de café #café #momentos #historias #sabor #aroma

Tomar una taza de café es un pequeño placer para los que aman de este. Otros sin embargo jamás pensaran en tomarlo por los efectos que puedan causar o porque no sientan ninguna atracción hacia él.

No soy amante del café pero si amante de los momentos, el ambiente y las compañías que me acompañan cuando lo tomo.

De pequeña el olor a café era sinónimo de pasar tardes enteras casa de mi abuela, donde mientras jugaba con mis hermanas, mi madre charlaba sin parar con su madre.
Más tarde el olor a café me llevaba a esos recreos donde mis amigas y yo nos tomábamos unos desayunos como Dios manda.

Poco tiempo después cambié de escenario y aunque pensaba que el café de mi ciudad y el Madrid eran parecidos, nunca me supieron igual.
En Madrid el café fue sinónimo de exámenes, noches cortas, días largos, aventuras intensas. Fueron varias los años donde me supo a eso, por lo que decidí dejarlo por un tiempo, no quería hacerme adicta a momentos como esos.

Saborear una taza de café era un privilegio y lo había convertido en una rutina. Quería volver a oler a café como esas tardes cuando era niña, donde ni el tiempo ni la edad importaba y donde este era solo para mayores.
 
Una tarde mientras removía el azúcar me di cuenta que todas las tazas de café se terminan y me resistía a quedarme con mal sabor de boca.

Fueron varios los años que dejé pasar hasta que volví a tomar una taza de café.
No fue precisamente en casa de mi abuela, ni por culpa de los exámenes, ni para espabilarme en una mañana con resaca.
Fue una tarde donde empecé a darme cuenta que cada taza de café es algo más que un aroma, más que una leche manchada, o un café cortado con dos cucharadas de azúcar, cada taza llevaba escrito el nombre de una persona, en un lugar diferente, con una historia nueva que contar.
 
Espero que tú también puedas descubrir todo lo que una taza de café puede transmitirnos.
Si tomas café, no lo hagas por rutina, intenta que cada sorbo sea el principio de un nuevo capítulo, el comienzo de un nuevo día donde el asombro, las ganas de vivir y la ilusión estén por encima del sabor amargo y fuerte con el que a veces nos sorprenden los días.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hojaldre e ideas creativas.

¿Cómo doblar una servilleta para una ocasión especial? Detalles para una buena mesa.