Luces que nacen del amor. #hijos #amor #luces #brillar #seguiradelante


Hay luces que se encienden para alumbrarnos el camino. Las bombillas se funden, las velas se consumen, las baterías se agotan. La vida es la única que no deja de dar luz.


Hay una realidad que es la base de todo. Hemos sido creados por amor y para amar. Y cuando esta realidad de tambalea nos tambaleamos todos, hasta el más fuerte.
El amor no es una experiencia, es una realidad, existe y es tangible.

Vivimos en una sociedad donde todo va tan rápido que solo el amor nos hace despertar. El consumismo nos ciega, las ansias de libertad nos llevan al libertinaje, el poder, el dinero nos atan las manos, el amor nos libera y nos hace respirar como la primera vez.


 
¿A que viene hablar de todo esto?

Quisiera detenerme a poner por escrito algunos de los pensamientos que han ido vagabundeando por mi cabeza estos días.


Hace unos días recibí la noticia de que una amiga había perdido a su hijo. Hay noticias que duelen, pero en definitiva solo los protagonistas de esas historias saben lo que de verdad se sienten, el resto intentamos arroparles con oraciones y cariño.

Los momentos duros no se entienden con los ojos humanos, pero si con los ojos del corazón. Y empeñarse en encontrarles sentido en el momento presente es un absurdo, ya que todo tiene su tiempo.


Suelen decir que el tiempo lo cura todo, pero ha esto hay que añadir que, el tiempo lo cura todo cuando ponemos los medios, nos implicamos, seguimos adelante, y buscamos levantarnos de las caídas.


Parece que fue ayer cuando perdíamos las tardes hablando de como sería nuestro futuro, como se llamarían nuestros hijos o como sería nuestro hogar. Cuando nos volvemos a ver, a pesar de que hemos cambiado, empezamos a hablar y descubrimos que seguimos siendo las mismas.



La casa que imaginamos, el puesto de trabajo que idealizamos y miles de fantasías más, siguen formando parte de nuestra imaginación. Lo único que ha desmontado nuestros esquemas ha sido el valor de los hijos.


Los hijos son la prueba de que el amor es tangible. Las miradas de unos padre enamorados desprende una luz diferente cuando ven a sus hijos. Una luz que les hace no ir a ciegas cuando aparecen los problemas, las preocupaciones, o cuando el amor juega al escondite.


Los hijos nunca son fruto del capricho, los hijos no son cargas, son luces que encendemos con el propósito de dejar un mundo mejor.


Esas pequeñas luces que brillan desde el cielo desprenden más luz que cualquier estrella fugaz. Y es inevitable controlar las salpicaduras de la tristeza y retener las lágrimas, cuando las personas a las que más queremos se empeñan en cuidarnos desde el cielo. Aunque creamos que el cielo está lejos, los que están allí están cerca de cada uno de nosotros.

 

Las luces que nacen del amor de un hombre y una mujer, son luces con mucha fuerza, tanta que nos pueden cegar. Deja que el corazón se esponje y se dilate, de nada sirve tenerlo reprimido. El corazón siempre tiene razones y motivo que la razón no entiende.




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