Amor sin filtros. #amor #filtros #sanvalentín #enamorarsedelavida
Por
fin ha llegado el día que muchos esperábamos, el día de los
enamorados. Estemos o no enamorados, tenemos motivos para celebrar
este día, ya que todos somos queridos por alguien y todos queremos a
alguien. Reducir el amor, al noviazgo o a simple mariposas en el
estómago, creeme es un aburrimiento.
Hoy
quería determe en un amor especial, el amor sin filtros. Para esto
quería empezar con esa frase que hemos oído más de una vez, "el
corazón tiene razones que la razón no entiende".
¿Qué
son los filtros?
Cuando
ponemos algún filtros los utilizamos con el objetivo de conseguir un
determinado efecto en la fotografía, casi siempre mejorando la
calidad de esta.
Aunque
vivimos con los pies en la tierra pasamos mucho tiempo en las redes,
en la nube, y esto no es negativo, pero nos tiene que llevar a ser
conscientes que esa realidad virtual no puede robar protagonismo a
las personas que nos rodean.
Pero
hoy día de San Valentín, no quería centrarme en las redes sociales
si no en el amor sin filtros. Los filtros y los efectos que aplicamos
a las fotografías que inundan nuestras redes sociales son
maravillosos, pero en el amor no hay filtros que valgan.
El
corazón tiene razones que la razón no entiende. Esto quiere decir
que el corazón se alimenta de hechos, de decisiones, de cosas
tangibles, de actos humanos realizados con el corazón.
¿Es
ese el motivo por el que andamos un tanto decepcionados y
desilucionados con el amor que tenemos hoy en día?
La
respuesta puede ser que sí, ya que buscamos un amor con filtros,
retocado, perfecto y sin derecho a equivocarse. Eso no es amor.
El
amor se construye con las decisiones de cada día, se fortalece con
las meteduras de patas y se engrandece con la humildad. Es fácil
enamorarse, cuestión de un instante, pero transformarlo en amor es
cuestión de tiempo y madurez personal.
Para
ese amor sin filtros del que hablamos no hay tutoriales o manual de
instrucciones, pero quizás te sirvan de ayudan tres pautas, al menos
para mirar con ojos nuevos.
.
Conversaciones face to face.
Lo
fácil es ocultarse y quejarse cuando algo nos ha sentado mal, es
fácil regañar y sembrar con ignorancia cuando algo nos ha dolido,
pero ¿ese es el amor que queremos para toda la vida?
No
dejes pasar ni un solo día sin borrar, sin curar esas pequeñas
heridas que puedan surgir en las relaciones personales, con amigos o
familia.
.
No esperes recibir, adelantate y da.
Son
muchas las cosas que aprendí de mis padres, una de ellas fue la de ir
por delante a la hora de servir, de tener detalles, de demostrar el
cariño. En el amor no gana el más orgulloso sino el que antes
aprenda a pedir perdón.
.
No te preguntes por qué, sino para qué.
Elimina
de tú cabeza la pregunta, ¿por qué me ha pasado a mí esto o
aquello?, o ¿por qué no me hecho caso o miles de pegas más...
Cambiala
por para qué, es decir, ¿para qué quiere que haga esto o aquello?
Y ¿qué más puedo hacer yo?
Cuando
nos enamoramos siempre corremos el riesgo de dar sin recibir,
acabando desilucionados por no encontrar en el otro la respuesta
adecuada. Son muchos los vértigos y los miedos que podemos encontrar
pero, ¿a eso llamamos amor?
Tenemos
dentro de nosotros todas las herramientas, solo nos hace falta
descubrir el manual de uso. La calidad de nuestra relaciones depende
de cada uno, de las decisiones que tomemos y de la prioridad que
pongamos a la hora de amar a los nuestros.
Feliz
día de los enamorados!
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